Creo que mi amor por la cocina crece cada vez más, y cada vez más disfruto de cada encuentro con ella y con las recetas que voy descubriendo poco a poco. No importa si solo es el desayuno rápido de la mañana, alguna botana o postrecillo rápido, siempre disfruto el ritual de la preparación.
Los olores se imponen, los colores se mezclan e invitan a acercarse.
Hasta dar el primer mordisco, el primer sorbo, el primer bocado.
Explosión.
Una fiesta de placeres.
Cocinar es hacer magia.