viernes, 15 de febrero de 2013



¿Qué tan malo es estar solo? Si uno puede charlar con las estrellas colgantes de los árboles. Incluso se puede ser con ellas, que se toman su tiempo mientras el aire las mantiene quietas y luego se mueven tan suavemente, que con solo verlas, uno se olvida del tiempo. Se olvida de todo.